Existe evidencia que los artistas griegos y romanos usaron los efectos del claroscuro en sus obras, pero en la pintura europea, la técnica fue llevada a su máximo potencial gracias a Leonardo da Vinci a finales del siglo IX en pinturas como su Adoración de los Magos. A partir de entonces, el claroscuro se convirtió en una técnica primaria para muchos de los pintores de la época, y para fines del siglo XVII, el término se usaba para describir cualquier pintura, dibujo o impresión que dependiera de su efecto en una extensa gradación de luz y oscuridad.
La técnica del claroscuro fue desarrollada inicialmente por los pintores flamencos e italianos del cinquecento, la técnica alcanzaría su madurez en el Barroco, en especial con Michelangelo Caravaggio, dando lugar al estilo llamado tenebrismo.
Historia del Claroscuro |
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